Ciudadanos/as contrarias/os al TAV se encadenan a las vías de Euskotren impidiendo el paso de la comitiva del Gobierno Vasco.

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Con motivo de la inauguración de los viajes en tren de vapor que miembros del Gobierno Vasco y EuskoTren realizaban el pasado Viernes 1 de Junio 2007 en el trayecto Bilbao-Durango, varios ciudadanos/as contrarios al Tren de Alta Velocidad conseguimos paralizar mediante un acto de desobediencia civil el viaje de inauguración. “INFORMAZIOA, HERRI GALDEKETA ORAIN, AHT-EZ”

La intención de los participantes de esta acción pública y pacífica es denunciar “la gran pantomima mediática que por parte del Gobierno Vasco se esta acometiendo en torno a la imagen del Tren y el transporte en Euskadi”. Afirmamos que muy a pesar de las instituciones la ciudadanía ya empieza a vislumbrar, de mano de otros agentes sociales, la gravedad del impacto social y ecológico del Tren del Alta Velocidad y el modelo de movilidad que silenciosamente se nos impone desde los centros de poder y económicos europeos. Sin embargo, el Gobierno de Gasteiz continua haciendo oídos sordos a la petición de comenzar un proceso de información y de debate público sobre el modelo de transporte que necesita Euskal Herria.

                   

Recordamos que además de los severos impactos ecológicos y paisajísticos ampliamente reconocidos (escombreras, apertura y ampliación de canteras, gasto energético y contaminación), se debe subrayar el impacto social que contrae este faraónico proyecto. El gasto de la construcción de la Y griega vasca asciende a 9.000 millones de Euros, equiparable al presupuesto del Departamento Vivienda en los próximos 50 años. Este tren nos lleva a un modelo de social que margina a los pueblos y a sus economías locales, potenciando los grandes centros económicos y de decisión en las ciudades. Su ocupación masiva de tierras vendrá en detrimento del ya empobrecido sector agrario. Además, la dedicación del terreno de Euskal Herria a infraestructuras de transporte ha sobrepasado ya limites insospechados, duplicando con creces la densidad media europea y norteamericana, convirtiendo nuestro país en una gran carretera.

                    

Es necesario, pues, que la ciudadanía resista a los dictados de un “progreso” inútil, caro, insolidario, estresante, elitista y destructor de la naturaleza. Los vascos/as no necesitamos un tren para turistas y ricos con prisas, pensamos que es necesaria una nueva concepción de progreso basada en un acceso asequible a la vivienda, un aire respirable, una movilidad basada en la cercanía y el reforzamiento de los servicios públicos en continuo detrimento provocado por el derroche de dinero público en este tipo de infraestructuras.

                     

Con todo esto, animamos a todos/as a rebelarse contra esta imposición del hormigón adornada de txistu y tamboril y reivindicar nuestro derecho a decidir como y a que dedicamos la tierra de nuestros valles y montañas.

                      

PAREMOS LA LOCURA  DESARROLLISTA!!

Fotos cortesía de Iban Gorriti.